La quinta tarjeta amarilla

En los últimos días hemos escuchado hablar de la quinta tarjeta amarilla en el fútbol, esa que supone cumplir un partido de sanción. A falta de una jornada para el Real Madrid Barcelona del día 10 de diciembre, los jugadores de ambos equipos trabajan para llegar al clásico.

Pero resulta que esta temporada la R.F.E.F ha modificado el artículo 112.3, “el futbolista que en el transcurso del partido provoque la quinta amonestación a que hace méritos el presente artículo, podrá ser sancionado, además de con la sanción prevista en el párrafo primero de este artículo, con un partido adicional de suspensión y multa accesoria en cuantía de 600 €. Para la determinación de la intención del futbolista se tendrán en cuenta circunstancias tales como la naturaleza de la regla del juego infringida, la actitud del futbolista durante el encuentro, etc. A tal efecto, .

En el derby madrileño se especulaba con que Xabi Alonso la forzara para perderse el partido del Sporting y estar en el clásico contra el Barça. Todo hacía indicar que lo haría pero no le hizo falta porque en un lance del juego frenó un avance de Salvio y el árbitro le amonestó. Esta es la forma inteligente.

Ahora, la forma menos inteligente. En el minuto 84 del partido que enfrentaba a Barcelona y Rayo, el defensa culé Gerard Piqué tardó 34 segundos en sacar un balón parado cuando el marcador reflejaba un claro 4-0. El arbitró Pérez Lasa amonestó con una sonrisa en la boca al jugador e indicó en el acta que fue por “retrasar la reanudación de un saque a favor de su equipo con ánimo de perder el tiempo”.

De esta forma y aunque el árbitro no haya reflejado en el acta que el jugador del Barça haya forzado la quinta tarjeta, el comité de competición podría entrar de oficio y sancionarle con un partido adicional que sería el del Bernabéu.

Lo normal es que no lo haga, como ha pasado con otros jugadores. Un ejemplo es el de Barkero, El centrocampista del Levante forzó la tarjeta durante toda la segunda parte, con faltas y pérdidas de tiempo hasta que en un salto metió la mano. El árbitro le amonestó, quinta amarilla y se pierde el partido frente al Barça del Domingo, donde su equipo tiene muy difícil puntuar.